En este contexto, la solución IPCC (In-Pit Crushing and Conveying) o Equipos de Chancado y Transporte dentro del Rajo, aparece como una tendencia que puede ayudar a enfrentar los nuevos desafíos de la minería de superficie, ya que son soluciones más simples, con menos equipos en línea y mayor eficiencia productiva, más automatizables y con una menor necesidad de mantenimiento, además de requerir menor mano de obra.


Lamentablemente, el carguío y transporte de mineral y material estéril, es uno de los principales contribuyentes de emisiones en las operaciones de minería a rajo abierto y representa, por ejemplo, el 50% del potencial de calentamiento para operaciones de hierro y bauxita, ya que los camiones a diésel deben transportar el material a grandes distancias entre el rajo y el chancador primario. Sin embargo, desde la década pasada que se empezaron a implementar soluciones con sistemas de trituración y transporte al interior del rajo, las que ayudan a las compañías mineras a reducir dichas emisiones, sustituyendo sus flotas de camiones por el transporte continuo de material en correas transportadoras accionadas eléctricamente. Según estudios, se ha demostrado que es posible reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en más de 100,000 toneladas de CO₂ al año.


Estas tecnologías facilitan la reducción de las flotas de camiones a diésel al llevar los equipos de trituración primaria desde la planta hasta el rajo, para triturar y transportar el material bruto (ROM o Run-of-Mine). Dependiendo de las condiciones de la mina, pueden generase aún mayores eficiencias al utilizar estaciones de trituración semi-móviles, las que se van reubicando a medida que la mina avanza utilizando un nivel mínimo de transporte en camión. Y con un diseño favorable de la mina y dependiendo del tonelaje a procesar es posible eliminar los camiones y trabajar con las palas directamente en estaciones de chancado móvil sobre orugas.


Según Guilherme Wanner, Gerente de Ventas de Mining Systems de FLSmidth Brasil, “Las correas son mucho más eficientes que los camiones en cuanto al consumo de energía. Mientras los camiones usan más del 50% de la energía generada por el diésel en autopropulsarse, las correas utilizan el 85% de la energía recibida para mover el material”.

Desde la operación mixta hasta la operación 100% móvil

La utilización de estaciones semi-móviles con el sistema de transporte conectado aún es la solución más utilizada, combinando el IPCC con el sistema de transporte tradicional hacia la planta de procesamiento. Existen también instalaciones de sistemas con estaciones semi-móviles y una correa overland hacia la planta.

 

Sin embargo, los sistemas completamente móviles, con una estación de chancado sobre orugas dentro del rajo y una correa transportadora hacia la planta o patio de acopio de estéril son las soluciones más eficientes de manejo de materiales. Estos sistemas no utilizan camiones y tienen altas tasas de disponibilidad y baja necesidad de mantenimiento. “Es necesario realizar estudios previos para la evaluación de la disposición del cuerpo mineralizado y las condiciones requeridas de explotación, ya que estos sistemas no funcionan en el 100% de las operaciones”.

 

“En Brasil, existe un megaproyecto que cuenta con un sistema de IPCC completamente móvil. Cuatro plantas de chancado completamente móviles para el mineral y estéril operando directamente en los bancos de la mina. Desde allí se alimentan varios miles de toneladas por hora en correas transportadoras móviles y reubicables, además de otros equipos de manejo de materiales”, señala Wanner.

 


Beneficios y Ventajas

Si bien, el costo de implementación de estas soluciones puede ser más alto que el de un sistema convencional de camiones, la inversión es posible amortizarla en poco tiempo y representan en el largo plazo un Total Cost of Ownership mucho más bajo que una flota de camiones diésel. Es posible disminuir el OPEX considerablemente en comparación a una flota de camiones, gracias a una necesidad menor de mano de obra, menos requisitos de mantenimiento, mayor potencial de automatización, menores costos de combustibles, alta disponibilidad y una vida útil más extensa.

 

Para Wanner, “existen ventajas competitivas como la customización del sistema al diseño de la mina y no al revés; un diseño optimizado del rajo, ya que por ejemplo, se puede tener pendientes más altas que las rampas para camiones, con lo que se optimiza la geometría global de la mina y se reducen los costos de movimiento de tierra; hay una mayor disponibilidad operativa; menos vulnerabilidad a los cambios climáticos, costos operativos más bajos; menor demanda de infraestructura de caminos, talleres y bodegas; menor accidentabilidad; mayor eficiencia energética y menor impacto ambiental, etcétera.”

 

Los sistemas de IPCC son competitivos con los camiones mineros, especialmente -pero no sólo- para operaciones a gran escala, sobre la base de los costos totales y del impacto ambiental, lo que resulta interesante para la industria. Actualmente, existen más de 500 grandes operaciones de IPCC en el mundo, incluyendo sistemas móviles y semi-móviles y la tendencia aumenta.


El IPCC responde a los nuevos desafíos de la minería, ya que con la disminución de las leyes de mineral hoy es necesario mover volúmenes mucho mayores de material y esto debe hacerse con el menor impacto posible.

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