Más de 2 mil millones de personas se ven obligadas a beber agua no potable y más de 4 mil 500 millones no cuentan con servicios sanitarios gestionados de forma segura, de acuerdo a las Naciones Unidas y al Banco Mundial. Para el 2030, 700 millones de personas serán desplazadas o estarán en riesgo de ser desplazadas por la intensa escasez de agua, enfrentando un 40% de déficit. Esto en menos de 10 años. Sin una gestión eficaz de los recursos hídricos del mundo, la escasez de agua traerá duras disputas entre comunidades y posiblemente entre naciones.
Algunos analistas incluso pronostican que la mayor guerra del siglo 21 se peleará por el agua.

 

Si bien, la población mundial continúa expandiéndose, el crecimiento económico, especialmente en las economías en desarrollo, también está sacando más y más personas de la pobreza hacia una clase media en aumento. Este cambio demográfico significa cientos de millones de personas con ingresos disponibles, lo que a la vez está impulsando el consumo y aumentando la demanda sobre la industria minera por entregar materias primas al mercado. Y con las leyes de mineral decayendo, necesitamos más agua para cubrir la demanda.


Como industria, estamos en un Catch-22 clásico. 

 

 

Un desafío para todo el ciclo de vida de la minería 

Tal vez en nuestra industria sea incorrecto hablar únicamente de escasez de agua. En algunas partes se ha vuelto más caro y difícil obtener, recuperar y transportar el agua. Con el tiempo esta tendencia sólo seguirá creciendo representando para la minería un gran riesgo financiero y operacional, si no cambiamos el uso y gestión del agua. La contaminación del agua que ha estado en contacto con material extraído junto con las fallas en los tranques de relave, son dos de los mayores riesgos ambientales causados por la minería. 

A medida que las leyes del mineral disminuyen, las mineras necesitan usar más agua y procesar más material, sólo para mantener sus tasas de producción, por lo tanto, aumentando la cantidad de agua y relaves que gestionar. Luego, a esta mezcla agréguele el cambio climático y la inestabilidad del clima. Las sequías y escasez de agua son cada vez más comunes, lo que a menudo coloca a las comunidades en confrontación directa con la industria. En el otro extremo, los patrones climáticos cada vez más impredecibles, como las precipitaciones fuera de temporadas y especialmente altas, pueden tener efectos potencialmente desastrosos. 

Cambiando el rumbo: Los impulsores del cambio desde costos y riesgos hasta tecnología y sustentabilidad 

Extendiéndose a todas las industrias y geografías, pero especialmente a las zonas más áridas y remotas, existe un sentido de urgencia global sobre la disminución del acceso al agua potable, así como una responsabilidad compartida dentro de la minería de que debemos ser parte de la solución. De acuerdo a un reciente reporte de Moody’s, cerca del 70 por ciento de las minas operadas por los “5 grandes” (BHP, Rio Tinto, Anglo American, Vale y Glencore) está ubicadas en países donde el estrés hídrico es considerado un riesgo mayor. 

Lo que se requiere es un acto de equilibrio complejo: Accionistas, clientes, empleados y comunidades vecinas esperarán que las mineras no sólo apoyen el desarrollo global, sino que operen de manera más rentable y que al mismo tiempo reduzcan su huella ambiental. La minería hoy tiene la oportunidad de redefinirse en lo que a impacto ambiental se refiere y a adoptar o desarrollar soluciones, prácticas y tecnologías más sustentables y, particularmente, aquellas que mejoran el uso del agua. 

Ya se ha implementado con éxito un número creciente de soluciones de gestión del agua alrededor del mundo. Algunas minas ya están alcanzando una tasa de recirculación de agua de 90% o más. Nuevas tecnologías se están desarrollando, incluyendo procesos secos, uso de agua de mar o desalinización de agua de mar (a pesar de que esto tiene a menudo un costo considerable), la filtración y la reutilización de agua, así como las pilas secas de relave, lo cual es ahora posible incluso para operaciones de gran escala. 

Es hora de hablar de relaves 

Cuando discutimos de agua en minería, los relaves húmedos siempre son el centro de atención, con Brasil y las zonas más áridas del mundo expresando mayor interés. Las soluciones existen y vemos cómo la industria está considerando hoy las pilas secas de relave mucho más que durante las últimas dos décadas y especialmente sobre los últimos años, por múltiples razones: 

1
REUTILIZACIÓN DEL AGUA
Por medio del proceso de filtrado, las mineras pueden tratar y recuperar el agua del proceso para ser reutilizada en la operación
2
MATERIAL DE LA TORTA SECO APILABLE
Tortas de material seco pueden apilarse, eliminando completamente la gestión de tranques de relave y el riesgo de potenciales fallas.
3
ALMACENAMIENTO DE TORTAS SECA
La huella de almacenamiento para almacenar estas tortas secas, la cuales pueden ser transportadas de forma segura a la ubicación deseada e incluso compactadas, es sustancialmente reducida en comparación a los tranques de relave
4
RESTAURANDO EL PAISAJE
El material seco puede ser contenido y cubierto con tierra, por lo que el paisaje se puede restaurar y revegetar.

 

El ejemplo de un líder de la industria, Goldcorp (ahora parte de Newmont), quien hace más de tres años anunció que estaban siguiendo una política de “cero desperdicios de agua”, con el objetivo de reutilizar toda el agua requerida en sus minas, es decir, sin agregar nuevos suministros de agua al sistema. Después del análisis de una cantidad significativa de datos operativos, pudieron reconocer áreas de alto uso de agua durante el ciclo de vida de la mina y perfeccionaron su gestión de relaves como un punto crítico de mejora.

 

Ellos identificaron que la filtración en grandes volúmenes era una tecnología clave para ser desarrollada y colaboraron con FLSmidth, quien desarrolló equipos de manejo de materiales y de filtrado a gran escala para esta importante alianza. El resultado fue el proyecto EcoTails®, un potencial actor disruptivo en la industria. Menciono esto no porque involucre a FLSmidth, sino porque involucra la remoción del agua de los relaves y, de manera crucial, la colaboración entre dos actores de la industria. La combinación de fuerzas a menudo puede resultar en avances significativos.

 

Beneficios para la industria, comunidad y medioambiente

Cuando vemos el panorama más amplio, los relaves sólidos como estos, resultarían en una huella más pequeña, un riesgo general más bajo y posiblemente un menor costo durante el ciclo de vida, que incluye el período de cierre y post-cierre.

 

Desde una mirada medioambiental, esta es una solución viable. Puede potencialmente reducir los depósitos de agua, los costos del ciclo de vida de la mina y permitirles canjear los bonos del cierre del rajo antes, mejorando el flujo de caja.

 

A largo plazo, esta prueba hará que la obtención de una licencia social para operar sea más fácil, rápida y económica.

 

Esto puede parecer un desafío suave, pero el termino cubre algunas oportunidades muy tangibles y crea muchas posibilidades para nosotros de colaborar y de aliarnos con importantes actores de la industria. El apoyo, en lugar de la oposición de la comunidad local aumentará la productividad a medida que obtenemos los permisos más rápidamente, tengamos menos interrupciones y nos convirtamos en un lugar de trabajo atractivo para los locales.

 

En pocas palabras, nos deja más tiempo para concentrarnos en nuestro negocio principal.

 

Dar los primeros pasos

La sustentabilidad afectará, y debe hacerlo, la manera en que hacemos negocios en toda la industria. Hay oportunidades para todos nosotros y en roles que jugamos en todo el ciclo de vida de la minería.

 

Ya sea que desarrollemos el primer estudio de viabilidad, analicemos tecnologías más automatizadas y eficientes, gestionemos sustentablemente las operaciones o, en última instancia, desmantelemos y cerremos una mina, todos jugamos un papel en el desarrollo e implementación de prácticas sustentables de gestión de agua. Cada una de las cuales pueden beneficiar el legado ambiental y social de la industria, como también mejorar los impactos financieros y de reputación.

 

Y como industria, debemos trabajar juntos y llevar estas ideas al mercado, ahora. Creo que podemos crear un futuro donde la minería y el procesamiento de minerales requieran muy poca o nada de agua dulce. Para llegar ahí, los motivo a asegurarnos que cada nuevo proyecto tenga una política y un plan de gestión de agua y a utilizar la data y la digitalización para recolectar y compartir información para establecer los nuevos estándares de la industria.

 

Nosotros como industria necesitamos colaborar, para co-crear nuevas soluciones y continuar presionándonos mutuamente para innovar en soluciones más sustentables. Nuestra recientemente lanzada ambición al 2030 “MissionZero” establece nuestra posición como un facilitador clave y un aliado innovador para nuestros clientes mineros, mientras nos esforzamos por lograr una productividad sustentable con cero emisiones en la industria. Los invitamos a este viaje. 

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